Las opiniones destacan una estructura muy nueva y limpia, rodeada de vegetación y en una ubicación tranquila pero cercana al centro. Los anfitriones, Elisabetta y Mirko, reciben repetidos elogios por su amabilidad y hospitalidad. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas, y el desayuno es abundante. Se aprecia el encanto de la casa reformada que combina lo moderno con lo rústico. Varios viajeros subrayan la tranquilidad, la buena relación calidad-precio y la comodidad del aparcamiento y el acceso a rutas turísticas.