El alojamiento destaca por la cordialidad y disponibilidad de los propietarios, Mario y Elisa. Las habitaciones son valoradas por su limpieza y comodidad, contando con aire acondicionado, nevera y acceso independiente, además de espacios exteriores y un jardín bien cuidado, ideal para familias. La ubicación es estratégica para visitar playas y pueblos del Argentario, aunque al estar cerca de la carretera Aurelia se recomienda disponer de coche y el acceso peatonal es limitado. El desayuno casero es muy elogiado por su abundancia y variedad: pasteles, yogures y mermeladas hechos en casa. La atmósfera es tranquila y familiar. La relación calidad-precio es generalmente buena, aunque algunos huéspedes mencionan la preferencia por el pago en efectivo y la necesidad de mejorar la señalización. En resumen, es una opción recomendable para quienes buscan un ambiente acogedor y desean explorar el Argentario.