Los huéspedes destacan la ubicación céntrica del establecimiento y la limpieza de las habitaciones. El propietario, Carmine, recibe elogios por su amabilidad y atención, ayudando incluso con problemas inesperados. Para quienes recorren la Via Silente, es una buena opción. Algunos comentarios mencionan la falta de flexibilidad con el horario de salida y la escasez de restaurantes en el pueblo.