Las opiniones destacan la cálida acogida y la gran hospitalidad de Eva, Simone y su familia, que hacen sentir a los huéspedes como en casa. La ubicación es tranquila, rodeada de naturaleza y con vistas panorámicas, y está relativamente cerca de Asti. Las habitaciones son espaciosas, limpias y cómodas. El desayuno es muy elogiado por su abundancia y la calidad de los productos caseros y de la finca (tartas, mermeladas, fruta fresca). El ambiente favorece la relajación y la posibilidad de descubrir productos típicos de la región. La relación calidad-precio se considera excelente. No hay críticas recurrentes, lo que convierte este alojamiento en una opción ideal para quienes buscan tranquilidad y trato familiar.