Los viajeros destacan la amabilidad y profesionalidad de los anfitriones, Bruna y Marco, y la limpieza de la estructura. La casa está situada en una zona tranquila, rodeada de vegetación y con vistas espectaculares al mar, ideal para descansar. El desayuno es abundante y consta de productos locales o caseros. Muchos huéspedes mencionan la facilidad para llegar al mar y al centro, aunque advierten que hay una pendiente para acceder. Las habitaciones y apartamentos son cómodos y bien equipados. Algunos comentarios elogian especialmente la comida típica y los platos de pescado. En general, las opiniones son muy positivas, aunque se señala algún pequeño detalle como la climatización nocturna.