Las reseñas destacan la ubicación pintoresca del alojamiento, junto al río Ticino y cerca del aeropuerto. Los huéspedes valoran positivamente la limpieza, el confort de las habitaciones y la cálida hospitalidad de los propietarios, especialmente de Marina. El desayuno es abundante y variado, y la comida del restaurante es muy apreciada, aunque algunos la consideran algo cara. El entorno natural, la tranquilidad y las vistas espectaculares son puntos muy valorados. Algunos huéspedes mencionan que el desayuno en la habitación limita la interacción con otros viajeros. En general, se recomienda este lugar a quienes buscan comodidad, naturaleza y una atención personalizada.