Las opiniones destacan principalmente la ubicación céntrica y tranquila del alojamiento, perfecta para explorar Nápoles a pie y cerca de los puntos de interés principales. La anfitriona, Silvia, recibe numerosos elogios por su amabilidad, atención y recomendaciones sobre la ciudad. Las habitaciones se describen como limpias, cómodas y silenciosas. El desayuno, en general abundante y de calidad, suele servirse en una pastelería cercana y es bien valorado. Hay menciones aisladas sobre el acceso por escaleras empinadas y temas puntuales de limpieza. En conjunto, se resalta una experiencia muy positiva, con buena relación calidad-precio y una acogida personalizada.