Los viajeros destacan la ubicación estratégica, cercana a las playas, al aeropuerto y al puerto de Olbia. La estructura, de estilo típico sardo y rodeada de naturaleza, resulta acogedora y limpia. La amabilidad y disponibilidad de la anfitriona, la señora Antonella, reciben excelentes valoraciones. Se destaca la buena relación calidad-precio y la posibilidad de trabajar a distancia gracias al buen Wi-Fi y los espacios disponibles tanto en el interior como en el exterior. La flexibilidad para organizar el desayuno se consideró útil en tiempos de restricciones sanitarias.