Realmente ese lugar es bueno, calle Lodi, pero es una lástima que el Hotel del Sud tenga higiene cero, cada rincón es telaraña y los muebles están llenos de polvo y un poco de mal olor.

Encontré una toalla sucia cerca de la cama, un baño pequeño casi inaccesible, grifo del bidé no funciona correctamente.

Estructura para personas chinas, si no hubiera pagado por adelantado, me habría ido.

Mala recepción.

Terrible, personal grosero, parecía que estaba molestando durante el check-in. Estuve despierta toda la noche debido a vecinos groseros que seguían gritando y vociferando hasta tarde, y nadie se acercó para pedirles que se detuvieran (no espero un silencio total, pero los gritos se pueden evitar). Las máquinas de agua no funcionaban y la estructura era penosa, parecía mejor en un dormitorio. ¡Qué lástima!

Horrible. Cucarachas en la cama y habitaciones sucias.

Una pesadilla. Empezaré con la confirmación de la reserva: llamé para avisar que llegaría a las 20h, y al otro lado, un chico con un marcado acento extranjero me dijo que no estaba seguro de si mi reserva era válida porque había pagado muy poco. (Locuras). Envié la confirmación de la reserva por correo electrónico, luego volví a llamar, y al otro lado, el habitual grosero me dijo que estaba muy ocupado y no podía verificar las reservas. Llegué al Hotel del Sud la noche del 10 de marzo, recepción muy fría, por parte del habitual chico extranjero (una mezcla entre filipino e indio), casi molesto. Me entregó la llave y cuando entré en la habitación, la cama estaba sin hacer y había pelos en la almohada. Bajé a informar del error y él respondió que no podía ser, ¡porque la habitación llevaba cerrada una semana! Una vez él también verificó el hecho, resopló y me dio otra individual. Hotel muy antiguo, con la moqueta sucia en los pasillos. Hubo una discusión bastante intensa en los pasillos por la noche entre el habitual chico de recepción y un cliente. Por la mañana encontré un insecto caminando sobre las sábanas, luego otro en el borde de la cama, hice fotos y descubrí que eran chinches. Revisé el colchón, no vi nada, quité la manta y la almohada y cerré todo en el armario, esperando estar tranquila. La noche siguiente hacia la una y media avisté otros dos en las sábanas... en resumen, a esa hora ya no pude quejarme más, ¿qué podía esperar de un tipo así, un cambio de habitación a la una de la madrugada? Así que

Esencial y muy pequeño pero digno, lo recomiendo a aquellos que quieren gastar poco pero no quieren renunciar a la comodidad del baño privado en la habitación.

Gran ambiente limpio y organizado y personas muy amables.

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