Las valoraciones destacan el atractivo de la casa tipo iglú situada en un entorno natural, tranquilo y salvaje, ideal para quienes buscan paz y desconexión. El alojamiento es funcional, cuenta con cocina equipada y una agradable área exterior para comer al aire libre. La limpieza y el mantenimiento son satisfactorios, aunque algunos huéspedes mencionan la sencillez del mobiliario y la falta de algunos servicios, como barbacoa o televisión. El lugar es adecuado para familias o grupos tranquilos. Aunque no se trata de un verdadero B&B y no incluye sábanas y toallas (pero pueden solicitarse), la atención de la anfitriona ha sido bien valorada. El mar está a unos 400-500 metros, con zona rocosa pero de fácil acceso.