Los viajeros destacan la ubicación céntrica del alojamiento, perfecta para explorar Trani a pie. Las habitaciones se valoran por su limpieza y su encanto, combinando modernidad y carácter histórico. La anfitriona Emilia recibe numerosos elogios por su amabilidad y atención personalizada. Se mencionan como puntos fuertes la terraza panorámica y el ambiente tranquilo, aunque algunos indican que las escaleras pueden ser empinadas y el desayuno es principalmente dulce. Una opción recomendable para estancias cortas en el corazón de la ciudad.