Estuve en pareja en el B&B Bechtel Martine durante 15 días y también solicitamos usar la cocina para no comer siempre afuera. Después hicimos venir a otras amigas. Aldo y Martine son muy hospitalarios y corteses. Nos ofrecieron un servicio increíble en cuanto al desayuno: croissants franceses surtidos, mermeladas caseras y otros dulces también caseros, además de pasteles frescos locales y pizzas y platos rústicos salentinos. Siempre estuvieron a nuestra disposición a cualquier hora del día y a veces incluso para algún contratiempo (como el pinchazo de una rueda de una amiga). La elección del lugar fue estratégica para mí porque se encuentra justo fuera de Lecce y a medio camino entre el Adriático y el Jónico: ¡en media hora estás en las Maldivas de Salento! La propiedad es grande y espaciosa, rodeada de olivos. La habitación que nos asignaron es cómoda y tiene una segunda entrada separada de la principal con una veranda con mesa y sillas (práctico cuando se regresa de noche), la única pega es la posición del bidet pegado al inodoro, pero se puede pasar por alto. ¡La comodidad de las camas fue sorprendente!