Las opiniones destacan el trato cordial y familiar de los anfitriones, la limpieza y amplitud de las habitaciones y el encanto del edificio antiguo. La ubicación, aunque un poco alejada del centro, está bien comunicada mediante tranvía o autobús y el barrio es tranquilo, con facilidad para aparcar. Algunos huéspedes mencionan la falta de aire acondicionado y la necesidad de pagar en efectivo como aspectos a mejorar. En general, es una opción con buena relación calidad-precio y recomendable para quienes buscan tranquilidad sin estar lejos de Florencia.