Los huéspedes destacan sobre todo la limpieza de la estructura, la comodidad y amplitud de las habitaciones, y la organización eficiente para el check-in, muchas veces automático. La ubicación es muy conveniente, cerca del hospital Sant'Orsola y bien comunicada con el centro. El trato recibido por el personal es amable y disponible. Se aprecian detalles como el frigorífico, aunque algunos echan en falta una mejor oferta de desayuno o ciertos accesorios. En conclusión, es una opción práctica, cómoda y con buena relación calidad-precio para visitar Bolonia o por motivos de salud.