Los viajeros valoran especialmente la hospitalidad y amabilidad de Anna, la propietaria, quien brinda excelentes consejos sobre Levanto y la región. La ubicación es uno de los puntos fuertes, a poca distancia de la estación de tren, el centro y la playa, pero en una zona tranquila. Se destaca la limpieza, el encanto de la casa y el precioso jardín, ideal para relajarse y disfrutar de un desayuno abundante con productos locales. Algunos comentarios mencionan la posibilidad de algo de ruido en ciertas habitaciones o baños pequeños, pero la experiencia general es muy positiva y el alojamiento es recomendado para quienes quieren visitar Cinque Terre y alrededores.