Los viajeros destacan la amabilidad y hospitalidad de Roberto y Claudia, siempre dispuestos a ayudar y a facilitar información útil para explorar la zona. La ubicación junto a la estación de tren y las impresionantes vistas al mar son aspectos muy valorados, al igual que el abundante desayuno servido en el jardín o la terraza. Las habitaciones suelen considerarse limpias y cómodas, con una decoración apreciada, aunque algunos viajeros han señalado detalles menores por mejorar en los baños o servicios como Wi-Fi. El precio puede parecer algo elevado para algunos, pero la experiencia global es muy positiva. Recomendado para quienes buscan tranquilidad, buena atención y paisajes bonitos.