Las opiniones destacan la ubicación central, a pocos pasos del Vaticano y cerca del metro, facilitando el desplazamiento por Roma. Las habitaciones suelen ser limpias y funcionales, aunque de estilo sencillo, y el desayuno es generalmente abundante aunque básico para algunos huéspedes. El anfitrión, Filippo, recibe elogios por su amabilidad y disponibilidad. Algunos huéspedes mencionan pequeñas incomodidades como obras en el edificio o equipamiento básico, pero en general se valora positivamente la relación calidad-precio y se recomienda el alojamiento para estancias prácticas en Roma.