Las opiniones destacan la excelente ubicación en el centro de Roma, a poca distancia del Coliseo y cerca del metro, lo que facilita la visita a los principales atractivos. Los huéspedes resaltan la amabilidad y disponibilidad del anfitrión, Antonio, así como la limpieza y comodidad de las habitaciones, muchas con vistas panorámicas a la ciudad. El desayuno es abundante, aunque algunos desearían más variedad. En general, la relación calidad-precio es muy buena y la estancia resulta cómoda y tranquila, con un ambiente acogedor.