Alojamiento: 10 |
Limpieza: 10 |
Encargado: 10 |
Ubicación del alojamiento: 10 |
Calidad/precio: 10
| Desayuno: 10
La bienvenida es muy cálida. Ana y su esposo están decididos a que te sientas como en casa, son discretos y responden a tus peticiones con cuidado y amabilidad, el lugar es muy tranquilo, la habitación de arriba tiene una ventana enorme y una hermosa vista de las montañas y los techos de lose. No te sientes como en una cabaña de montaña, la cama es grande 160 por 200, la limpieza es impecable. El desayuno servido en la habitación es real: zumo de fruta, croissant, panes especiales, ensalada de frutas frescas preparada esa misma mañana y un pastel casero diferente todos los días. El barrio es pintoresco, recomiendo lavar la ropa en una de las muchas fuentes/lavanderías y dejarla secar en el tendedero al sol, ¡la ropa se seca incluso por la noche! Serán de una limpieza y suavidad incomparables que nunca obtendrás con una lavadora. Hay un espacio de estacionamiento disponible al pie del alojamiento, el único inconveniente es tener cuidado con el acceso, los callejones son estrechos y sinuosos y el tráfico es de doble dirección, ten cuidado con la carrocería. Es posible cocinar pero la mini nevera es extremadamente pequeña. Es imposible no visitar el Fuerte de Bard, el mercado de Verrès es los lunes por la mañana, el de Pont Saint Martin los sábados, sin embargo desaconsejo el de Ivrea los viernes por la mañana, es una trampa para turistas, la ropa es 90% de muy mala calidad (excepto los pocos puestos con ropa de confección italiana pero por ende un poco más cara), si los precios no están mostrados: cuidado, te darán el precio según el cliente, inspecciona la ropa a fondo: compré un vestido en un mercado en un puesto atendido por asiáticos que están presentes en todos los mercados, al regresar a Francia me di cuenta de dos enormes agujeros. Destino imprescindible. Gracias de nuevo a nuestros anfitriones.
se ha alojado del 31/07/2022 al 07/08/2022
La respuesta del encargado:
Grazie per la vostra recensione Angéline.
Siete stati ospiti eccezionali, soprattutto i gemelli, educatissimi e silenziosi.
Speriamo davvero di avervi ancora come graditissimi ospiti in futuro.
A' la prochaine fois!
Un abbraccio.
Anna e Mauri