Quienes se han alojado destacan la ubicación céntrica del establecimiento, ideal para explorar el casco antiguo de Génova y moverse a pie por los principales puntos de interés. El encanto del edificio histórico, la limpieza impecable y el diseño cuidado son aspectos muy valorados. Manuela, la anfitriona, recibe elogios por su amabilidad y predisposición a ayudar. El desayuno es abundante y de calidad. Sin embargo, varios huéspedes advierten que no hay ascensor y que es necesario subir varios pisos, lo que puede ser complicado para personas con movilidad reducida. En resumen, las reseñas recomiendan este lugar por su encanto, ubicación y excelente relación calidad-precio.