Las opiniones resaltan la atención cordial y discreta del dueño Marco. El alojamiento está ubicado en un pequeño pueblo del Valle de Susa, bien comunicado por tren con Turín. El entorno es tranquilo y fresco en verano. El desayuno, sencillo pero servido en un bonito jardín, a veces permite disfrutar fruta fresca directamente del huerto. Los viajeros valoran la limpieza, el silencio y el buen precio. Una opción adecuada para quienes buscan paz y contacto con la naturaleza, cerca de rutas turísticas.