Los viajeros destacan la ubicación perfecta del alojamiento, cerca de la estación de tren y a pocos minutos caminando del centro histórico de Lucca. La limpieza es excelente y la decoración elegante con muebles de calidad otorga mucho encanto. El desayuno es abundante y variado, servido en una agradable terraza o veranda. Los anfitriones reciben numerosos elogios por su amabilidad y atención. Algunas habitaciones no cuentan con televisor o ascensor, pero la comodidad general y el ambiente acogedor compensan estos detalles. Muy recomendable para descubrir Lucca con tranquilidad.