Alojamiento: 10 |
Limpieza: 10 |
Encargado: 10 |
Ubicación del alojamiento: 10 |
Calidad/precio: 10
| Desayuno: 10
¡Descubrí Villa Albori por pura casualidad y debo decir que fue un golpe de suerte! Esta hermosa villa de los Habsburgo del siglo XIX fue restaurada hace unos años por los señores Franco y Fulvia, quienes viven allí y la gestionan con cuidado y amor. El estilo clásico del mobiliario de las habitaciones nos transporta directamente a la época, pero la verdadera fortaleza es todo lo que la rodea: un gran jardín con mucho verde donde se puede desayunar, pasear o leer un libro, una piscina equipada con solárium, espacios bien pensados para disfrutar en privado o compartidos con otros huéspedes. Y luego están ellos, Franco y Fulvia, que realmente te tratan como huéspedes bienvenidos desde el primer momento. El desayuno, además de los productos habituales que se pueden encontrar en un desayuno, también incluye delicias frescas colocadas calientes en nuestra mesa por la señora (pan crujiente, tarta, croissant, ¡un strudel salado!). La amabilidad de la familia, siempre presente y nunca invasiva, fue muy apreciada por mí y mi compañera. Solo estuvimos dos noches y realmente nos relajamos mucho, tanto que durante una tarde preferimos no salir a visitar Trieste y disfrutar de la tranquilidad junto a la piscina de Villa Albori. En los alrededores no hay mucho, es un pequeño pueblo-barrio en la colina cerca de Trieste, pero la ciudad es fácilmente accesible tanto en coche (8 minutos) como en transporte público (hay una parada de autobús justo al lado de la villa, con aparcamientos para coches). Lástima que no pudimos dar un paseo en el histórico tranvía de Opicina, cuyo final de línea está frente a la villa: durante nuestra estancia, el servicio estaba suspendido. ¡Pero en esto los señores Franco y Fulvia no podían hacer nada al respecto! :D Por todo lo demás, fueron perfectos. Vale la pena regresar, ¡lo recomiendo encarecidamente!
se ha alojado del 06/08/2021 al 08/08/2021
La respuesta del encargado:
Cari ragazzi non ho davvero parole per ringraziarvi di questa magnifica recensione. Sono estremamente felice che siate riusciti a cogliere ed apprezzare il nostro lavoro per far sentire gli ospiti a proprio agio. Quanto da voi scritto mi ripaga degli sforzi quotidiani e da un senso al nostro piacere di ospitare, purtroppo non sempre contraccambiato. Davvero grazie di cuore. Alla prossima.