Los viajeros destacan la excelente hospitalidad de los propietarios, que hacen sentir a los huéspedes como en casa. La limpieza de la estructura y la ubicación panorámica sobre el lago son puntos fuertes, así como la facilidad para acceder a senderos y atracciones como las Lame Rosse. El desayuno, abundante y a menudo con pasteles caseros, es muy apreciado. Algunos comentarios mencionan olor a humo en las áreas interiores, lo que puede resultar incómodo para no fumadores. En resumen, es un alojamiento relajante, bien cuidado y con excelentes anfitriones.