Los viajeros destacan la ubicación céntrica del alojamiento, perfecta para visitar la ciudad. La decoración, que mezcla elementos históricos con muebles de los años 60 y 70, resulta atractiva para muchos. La limpieza y la amabilidad del personal son frecuentemente elogiadas. Algunas habitaciones, especialmente las distribuidas en dos niveles, pueden resultar menos prácticas por la distribución del espacio, especialmente en el baño. En general, se trata de una opción cómoda que ofrece buenas vistas y un ambiente agradable.