Las reseñas destacan la amabilidad y atención de la anfitriona, Sonia, y su familia. La limpieza y el ambiente familiar son aspectos valorados positivamente. La ubicación es idílica y cercana a playas hermosas, aunque algunos mencionan un acceso polvoriento. El desayuno es muy abundante y permite probar dulces sardos típicos. El ambiente es tranquilo, ideal para relajarse. En general, es recomendado para quienes buscan una estancia sencilla, acogedora y auténtica cerca del mar.