Los viajeros destacan la excelente acogida y amabilidad de Valentina, siempre dispuesta a dar recomendaciones útiles sobre la isla. Los alojamientos resultan cómodos, bien equipados y muy limpios. El entorno es tranquilo y cuenta con un cuidado jardín lleno de cítricos, con varias zonas de descanso y una atmósfera ideal para relajarse. La ubicación es práctica para llegar tanto al mar como al centro de la isla. El valor por dinero es muy apreciado entre los huéspedes.