Los huéspedes destacan la ubicación excelente, tanto cerca del mar como del centro, donde es fácil acceder a tiendas, restaurantes y la estación. Las habitaciones resultan amplias y limpias, aunque algunos viajeros mencionan que el edificio es algo antiguo en ciertos aspectos. La limpieza y el trato atento de la propietaria, Daniela, se valoran muy positivamente. El desayuno se toma en una pastelería muy popular justo debajo del alojamiento. La relación calidad-precio recibe muy buenas puntuaciones y la estructura es apta para perros. Se mencionan de manera puntual algunos detalles menores en mobiliario o exteriores, pero en general la estancia se considera cómoda y recomendable.