Las reseñas destacan una estructura con mucho encanto, muy limpia y bien decorada, situada en un tranquilo pueblo cercano a Palmanova. Los anfitriones, Valentina y Roberto, reciben elogios por su hospitalidad y valiosos consejos sobre la región. Las habitaciones son cómodas y se aprecia la limpieza diaria. El desayuno es abundante y variado, con opciones dulces y saladas. También se valora positivamente el estacionamiento gratuito y la admisión de mascotas. Recomendado especialmente para quienes buscan tranquilidad y ambiente genuino.