Las opiniones destacan la ubicación céntrica del alojamiento, perfecta para recorrer San Gimignano a pie y vivir su ambiente medieval. Los anfitriones reciben muchos elogios por su amabilidad y por ofrecer recomendaciones útiles sobre restaurantes, rutas y aparcamiento. Las habitaciones están bien cuidadas, limpias y conservan un estilo acorde a la historia del edificio. Algunos viajeros mencionan la falta de ascensor, el desayuno ausente y el ruido matutino propio de la zona céntrica. En general, es una opción muy recomendable para quienes buscan autenticidad, comodidad y trato cercano en el centro histórico.