Los viajeros destacan la ubicación céntrica de la casa, a pocos pasos de Rialto y cerca de todas las atracciones principales, pero en una zona tranquila. María, la anfitriona, recibe numerosos elogios por su amabilidad y atención personalizada, así como por los abundantes desayunos, a menudo con productos caseros y opciones para necesidades especiales. Las habitaciones y la limpieza son muy valoradas, y el ambiente recuerda a una casa típica veneciana, acogedora y con encanto. Algunos mencionan baños externos a la habitación, pero privados y limpios. En general, la relación calidad-precio es considerada muy buena y la experiencia resulta auténtica.