Las reseñas destacan una estructura con mucho encanto, decorada con esmero y cuidada en cada detalle, ubicada en un pueblo medieval con impresionantes vistas panorámicas desde la costa hasta los Apeninos. Los propietarios son mundialmente reconocidos por su hospitalidad y atención a los huéspedes. Se valora la limpieza, la tranquilidad y la proximidad tanto al mar como a lugares de interés natural. El desayuno es abundante y bien apreciado. Una opción excelente para quienes buscan relajarse en un entorno auténtico y pintoresco.