Los huéspedes destacan la gran hospitalidad y amabilidad de los anfitriones, especialmente Giusy, quien brinda buenos consejos sobre lugares para visitar y restaurantes. Las habitaciones son limpias y espaciosas, con una decoración sencilla pero acogedora. Ubicada en una zona rural tranquila, la propiedad ofrece bonitas vistas panorámicas y un ambiente relajante. El desayuno es variado y satisfactorio, y los viajeros valoran la atmósfera familiar que se crea durante la estancia. Muy recomendada para quienes buscan tranquilidad y buen trato.