Las opiniones destacan la cálida bienvenida de Patrizia y el ambiente familiar del alojamiento. La ubicación céntrica es ideal para explorar la ciudad a pie. Las habitaciones son cómodas y limpias, aunque sencillas. El desayuno es abundante y variado. Varios huéspedes mencionan la simpatía de la anfitriona y la presencia agradable del perrito Kiwi. Es una excelente opción para sentirse como en casa y disfrutar de Palermo a buen precio.