Un día te das cuenta de que la hospitalidad es un don de familia, por lo que decides abrir tu casa y convertirla en un bed and breakfast, la mejor manera de transmitir a otros lo que sabes y lo que eres.

Un lugar sencillo donde sentirse como en casa incluso lejos de casa, donde recuperar sonidos, ruidos y silencios genuinos, donde compartir espacios y experiencias.

Después de una cuidadosa renovación, se ha convertido en el hogar de turistas curiosos, familias que visitan a parientes y amigos, deportistas en busca de nuevos desafíos, parejas simplemente en busca de momentos serenos: ¿y ustedes, entre estos, qué tipo de huéspedes son?