En el corazón del barrio de Castello, en el centro histórico de la antigua ciudad medieval, este apartamento se destaca por la elegante restauración que ha realzado su identidad arquitectónica original. Ubicado en la planta baja con entrada independiente, se organiza en tres espacios principales, complementados por dos baños y un práctico trastero. Las bóvedas de ladrillo a la vista y los majestuosos arcos de roca sedimentaria evocan la historia del lugar, que comparte con los prestigiosos edificios circundantes.

Durante el proceso de restauración, se descubrió una cisterna de época púnica en la primera habitación, testimonio de la larga estratificación histórica del edificio. El suelo ha sido completamente reconstruido con terracota hecha a mano y cocida a leña, mientras que algunas baldosas originales de antiguo cotto sardo han sido recuperadas y realzadas en el área de entrada y en el trastero.

La tercera habitación está diseñada como un espacio dedicado al descanso, la lectura y la música, ofreciendo también la posibilidad de conectarse a internet. También aquí se ha descubierto una antigua cisterna, un signo más de la importancia histórica de la vivienda. Los dos baños, uno de ellos con ducha, completan una oferta habitacional que combina encanto histórico y comodidad contemporánea.