En una casa histórica cuidadosamente renovada, se abre un espacio amplio y acogedor, diseñado para albergar de 1 a 12 personas con total comodidad. Los interiores mantienen el encanto del pasado, con techos de madera expuesta y muebles seleccionados con esmero, capaces de transmitir emoción y autenticidad. Cada ambiente ha sido diseñado para ofrecer el máximo confort: las habitaciones son amplias y luminosas, los baños son espaciosos y bien acabados, equipados tanto con bañeras como con duchas grandes, para momentos de verdadero relax.

La ubicación es ideal para descubrir algunas de las maravillas alpinas más impresionantes. Desde aquí se puede acceder fácilmente a Bormio, los valles de Rezzalo y Viola, los Lagos de Cancano y muchos otros lugares encantadores entre la naturaleza, el deporte y paisajes espectaculares. En cada estación, ya sea para esquiar, caminar o simplemente relajarse, esta casa representa un punto de partida privilegiado.

La atmósfera familiar y la atención a la hospitalidad se perciben desde el primer momento. Cada detalle está pensado para hacer sentir a los huéspedes como en casa, desde la limpieza impecable hasta el desayuno con productos locales, ofrecido como un gesto de bienvenida y compartición. Una estancia aquí es una experiencia que une comodidad, autenticidad y belleza alpina.