La casa está situada en las murallas sur del Castillo, la parte más panorámica de la ciudad, en el tercer piso de un edificio del siglo XII sin ascensor, en el centro histórico. Ha sido reformado como un espacio diáfano, respetando la arquitectura de la época, con vigas vistas, suelos de madera y una gran terraza panorámica. La decoración es minimalista, con muebles que van del siglo XIV al XXI. El espacio es luminoso, tranquilo y cuenta con todas las comodidades. La cocina abierta está equipada para preparar cenas para familiares o amigos. Dispone de dos cómodos dormitorios, con colchones ortopédicos, almohadas de varios tamaños y sábanas de algodón percal. Desde la terraza se tiene una magnífica panorámica de la ciudad. Un ascensor panorámico le llevará al aparcamiento cubierto y al resto de la ciudad. Un espacio increíble y exclusivo.