Quarantallina se alcanza a través de un camino sinuoso muy sugerente, persiguiendo las colinas circundantes que cambian de color en cada cambio de estación. Ya en el recorrido es posible encontrarse con liebres, faisanes, ciervos, erizos, jabalíes, demostrando que la naturaleza está viva y corre junto a nosotros.

Al llegar al Agriturismo, les espera una vista impresionante de 360°, un hermoso jardín natural con cipreses, palmeras, plantas suculentas, un bonito cenador donde es agradable leer, relajarse, degustar una buena copa de vino y socializar con otros huéspedes en las cálidas noches de verano, una piscina para divertirse, equipada con tumbonas para los amantes del relax. Y luego está Mario y Serena, quienes les darán la bienvenida con su sincera sonrisa.

Mario tiene un espíritu artístico y en el jardín del Agriturismo se encuentran numerosas esculturas de hierro que él mismo crea, utilizando material de hierro reciclado. Hay personajes de diversos géneros que estimulan la imaginación.

A 200 metros del Agriturismo, una valla de más de 1 kilómetro alberga caballos, burros y cerdos de raza senese, que con su presencia alegran este hermoso paisaje natural. No olvidemos al mítico burro DJ, ahora conocido por los huéspedes habituales que lo han amado tanto por el dulce sonido que emite cada mañana al despertar.

Los apartamentos y las habitaciones están decorados principalmente en estilo toscano, son diferentes entre sí, con muebles y mesas seleccionados con atención en diversos mercadillos y tiendas de antigüedades, y no falta un toque de diversas etnias que aportan color y una cálida atmósfera a los ambientes.

Serena está lista por la mañana con su abundante desayuno de mermeladas, galletas, pasteles.. todo hecho rigurosamente en casa, acompañado de sabrosos quesos y embutidos típicos de nuestra región. También es posible cenar bajo petición, y se lo recomendamos porque todo es instantáneo, se utilizan solo productos locales frescos y ¡se puede ver o más bien sentir el resultado!
Son muchos los huéspedes que desde el primer momento tienen la sensación de sentirse como en casa.. eso es lo que Mario y Serena desean.. un ambiente familiar, donde su casa está verdaderamente abierta a todos para cualquier necesidad.

En Quarantallina hay quienes se despiertan temprano por la mañana para ver el amanecer, o quienes prefieren aventurarse en una carrera a pie o en bicicleta, quienes fotografían o pintan, o quienes prefieren descansar en la piscina o quienes esperan el atardecer por la noche.. ¡aquí en Quarantallina los atardeceres son inolvidables!
Finalmente, para los más aventureros, organizamos paseos a caballo por campos, valles y castillos.. es una experiencia imperdible, porque les aseguro que regenera el alma y el cuerpo. Durante el recorrido, se pueden encontrar faisanes, ciervos y, si lo desean, es posible hacer una parada. Extendemos un bonito mantel en un hermoso campo de trigo y disfrutamos de un bonito picnic juntos. ¡Incluso los niños pueden montar nuestros caballos dentro de la finca y es una diversión garantizada!