Inmerso en el campo burgués, se encuentra al final de un camino blanco que atraviesa un bosque y campos verdes habitados a menudo por corzos y jabalíes. Se trata de una antigua masía cuya restauración también estuvo a cargo de nuestra familia. Aquí se puede disfrutar del aire fresco y tranquilo, por la noche la oscuridad es espesa y las estrellas son más brillantes que nunca. Nuestra esperanza es que puedas amar este pañuelo de la paz tanto como a nosotros, y además no echaremos de menos ningún mimo.

Cada una de nuestras habitaciones, todas con baño interno privado, es una agradable fusión de elementos rústicos conservados de lo que fue la casa de campo y cálidos tonos rosados. Hay un poco de romance.

Organizamos para nuestros huéspedes diferentes tipos de experiencias encaminadas a dar a conocer nuestro territorio: ¡ven a visitarnos y no te aburrirás!