A solo 200 metros del mar, en una calle cerrada y tranquila, Villa Irma ofrece una estancia marcada por la paz y el confort. La cercanía a la parada del Metromare facilita el acceso tanto a Riccione como al centro de Rimini, ideal para quienes desean explorar la zona sin renunciar a la comodidad.

Las 16 habitaciones, decoradas con esmero, aseguran un ambiente acogedor y relajante tras un día bajo el sol y disfrutando del mar. Por la mañana, los huéspedes pueden disfrutar de un desayuno elaborado con ingredientes frescos y de calidad, que incluye tartas y galletas caseras, así como una selección de opciones saladas preparadas al momento.

Para quienes quieren aprovechar al máximo la experiencia del mar, la playa Sabbia Bianca Beach 144-145 cuenta con un restaurante directamente en la arena, donde se pueden degustar almuerzos y cenas en un ambiente único. Hay sombrillas y tumbonas disponibles para el máximo relax, mientras que el chiringuito es el lugar ideal para disfrutar de un aperitivo al atardecer.