Via, P. F. Calvi, 15 - DOMEGGE DI CADORE (BL)
Rossodisera. En este elegante y refinado B&B ubicado en las orillas del lago del Centro Cadore, en Domegge, con los Spalti di Toro, los Monfalconi y las Marmarole como telón de fondo, encontrarán esto y mucho más.

Las Dolomitas, recientemente declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son parte fundamental de los paisajes que podrán disfrutar en los amaneceres y atardeceres teñidos de mil tonalidades de rojo: ese rojo que inspiró al gran pintor del siglo XVI, Tiziano Vecellio, quien nació cerca de aquí.

La magia de esta casa de finales del siglo XIX, cuidadosamente restaurada respetando la "vida" de sus paredes, maderas preciosas y aromáticas - cirmolo, abeto, alerce - y los valiosos adornos de hierro forjado con los que se engalana, les ayudarán a sintonizarse con las leyendas que a lo largo del tiempo han poblado este territorio: los Monti Pallidi, las rosas de Re Laurino, la bella Soreghina, Dolasilla y Raietta.

Reunidos alrededor del "fogher", podrán redescubrir estos cuentos de hadas que la dueña de la casa amaba tanto cuando era niña, tanto que las habitaciones están ahora marcadas por el encanto de esos nombres legendarios.

Y también encontrarán rastros de los artefactos del pasado en los tejidos y la ropa de fibra natural, de cáñamo y algodón sin refinar.

Anna y Francesco, junto con sus hijos Giacomo y Ginevra, les harán sentir el calor y el color de esta casa y de su familia.

Al despertar por la mañana, en el silencio de la naturaleza del parque, los cantos de los gorriones, carboneros, mirlos y petirrojos les darán los buenos días.

Puede que, asomándose por la ventana, vean a los ciervos comiendo manzanas debajo de los árboles, mientras el aroma del pan y el aire fragante de las resinas les invitan a acercarse a un abundante y saludable desayuno, principalmente a base de productos orgánicos de proximidad, con especial atención a las solicitudes y necesidades de los huéspedes.

En la serenidad del lugar, los niños podrán participar en pequeños talleres creativos, como, por ejemplo, hacer jarabe de saúco: esto también es una forma divertida que la familia utiliza para descubrir la riqueza de las tradiciones locales.

Y al caer la tarde, sentados en la amplia terraza, disfrutando de una buena copa de vino tinto y tal vez de una merienda abundante, podrán descansar en paz consigo mismos y con el mundo, escuchando, si es la época adecuada, el bramido de los ciervos en su temporada de apareamiento.

Les esperamos con los brazos abiertos. Hasta pronto.

Anna, Francesco, Giacomo y Ginevra.
*Declaradas por el encargado