En el corazón de la Maremma toscana, a pocos pasos del centro histórico de Pitigliano, La Casa dei Carrai recibe a sus huéspedes en una vivienda del siglo XIX construida en toba, que en su tiempo fue un taller de artesanos que fabricaban carros. Hoy en día, transformada en un acogedor bed and breakfast, el lugar conserva el encanto de su historia, combinando magistralmente autenticidad y comodidad moderna.

Cinco habitaciones decoradas con buen gusto llevan los nombres de las mujeres de la familia original y ofrecen baño privado, aire acondicionado, TV, Wi-Fi y calefacción independiente.

Los huéspedes pueden disfrutar de una cómoda zona común con cocina equipada, área de descanso y biblioteca.

Para los amantes del cicloturismo ofrecemos un garaje equipado para guardar bicicletas de forma segura, mientras que quienes viajan en moto pueden aparcar directamente en nuestro jardín.

El jardín, cuidado y tranquilo, es perfecto para desayunar al aire libre o disfrutar de un momento de relax.

Hay aparcamiento público y gratuito justo enfrente del alojamiento.

El alojamiento admite mascotas.

El desayuno, preparado directamente por la propietaria, presenta productos locales, dulces caseros, mermeladas, quesos, embutidos y bebidas calientes, prestando atención también a dietas especiales. La atmósfera es familiar e informal, enriquecida por la calidez de la hospitalidad de Cinzia, quien tras una vida en Roma y numerosos viajes por el mundo, ha decidido compartir con sus huéspedes su pasión por este rincón auténtico de la Toscana.

Pitigliano, conocido como la "Pequeña Jerusalén", ofrece vistas inolvidables entre callejones tallados en toba, la Sinagoga, el ghetto judío y las impresionantes vías celtas etruscas. En los alrededores, se pueden visitar las termas de Sorano y Saturnia, los pueblos históricos de Sovana, Sorano y Montemerano, el Lago de Bolsena y, a una hora en coche, las playas del Argentario y Capalbio.

La Casa dei Carrai es el lugar ideal para quienes buscan una estancia auténtica, donde la memoria del pasado se entrelaza con la belleza del presente, en una de las zonas más fascinantes y aún genuinas de la Toscana.