"Deja el reloj, toma tu tiempo".

Reduce el ritmo y déjate despertar por el canto de las cigarras, en el Casale de li Canti puedes hacerlo. Olivos curvados y hileras de viñedos te acompañan cuesta abajo. A solo dos kilómetros, los ojos se pierden en dunas de arena fina y aguas cristalinas en las que puedes reflejarte. Orgulloso en sus tonalidades de azul, puedes contemplar el mar desde nuestra torre, desde el borde de la piscina o paseando por el jardín.

Si estás buscando un oasis, lo has encontrado, con sus dos hectáreas de olivar centenario garantizando relajación y espacio para ti mismo. Serás literalmente invadido por nuevos aromas, colores y sabores.

Respira. Observa. Escucha. Nuestro objetivo es entregarte una experiencia única e intensa, para hacer que tu tiempo sea inolvidable. ¡Para que sea más que unas simples vacaciones!"