Se cuenta que, durante la época de los Gonzaga, se utilizaba como parada para cambiar los caballos antes de entrar en la ciudad por la Puerta de San Giorgio. Hoy en día, el antiguo puente ya no existe, pero aún se puede disfrutar de la misma vista de antaño, con el castillo, las torres y los campanarios creando un espectáculo inolvidable al atardecer.

La ubicación es especialmente favorable: en 2 minutos en coche se llega al centro histórico, donde se pueden visitar los caminos medievales que ofrece una ciudad antigua como Mantua, o disfrutar de las bellezas naturales de los lagos recorriendo la pista ciclable que los rodea.

Ofrecemos estacionamiento privado interno, servicio de transporte desde y hacia la estación de tren previa coordinación y reservas en restaurantes asociados.

Tenemos a disposición 2 habitaciones dobles (con posibilidad de una tercera cama) y 1 habitación con dos camas (de tamaño francés), todas con baño privado y aire acondicionado. Las habitaciones están disponibles hasta las 10:00 a.m.

El desayuno se sirve de 8:30 a.m. a 9:30 a.m.