Construida hace unos 120 años sobre un conjunto de antiguas casas medievales en un lugar conocido como «Casalino», Corte Vecchi cuenta con una increíble historia de cultura y nobleza: ya propiedad en 1656 del conde Angelo Francesco y del canónigo Don Carlo Angelo Gabbi, pasó a ser propiedad del conde Giancarlo Montanaridi en 1750. Se sucedieron las generaciones y llegó la noble Emilia Torrigiani, hermana del senador Luigi y esposa primero de Gruau y luego de Pavesi. Fue la primera consorte, de nacionalidad francesa, quien plantó viñedos de preciada uva (sauvignon) en las colinas circundantes y construyó aquí un edificio destinado a emporio vinícola. Él, y otros enólogos venidos de más allá de los Alpes, fueron pioneros: a ellos se debe la feliz temporada del vino parmesano, que supo conquistar el podio en las exposiciones internacionales de Londres y París. Una botella producida aquí en aquella época se expone en uno de los museos alimentarios más interesantes de la zona, el Museo del Vino Sala Baganza.

Cuando cesó esta actividad, la bodega se modificó levantando un primer piso y se utilizó como vivienda, primero vendida a Ceretti di Spezia y luego adquirida en 1939 por la Sra. Gina Ghezzi, esposa del profesor Mario Vecchi, distinguido médico de Parma. Abandonado más tarde, fue hábilmente renovado conservando su estilo híbrido y dividiendo el oratorio en tres unidades residenciales, hoy Corte Vecchi.

La familia Bertoli-Mandelli abrió las puertas de Corte Vecchi como B&B, permitiendo a los huéspedes revivir toda su experiencia, combinando la típica bienvenida emiliana con la exclusividad de un lugar prestigioso, rico en frescos y al mismo tiempo íntimo y genuino.

El B&B Corte Vecchi consigue satisfacer tanto la vista como los demás sentidos en un lugar adecuado tanto para los viajeros de ocio como para los que buscan un lugar de negocios, ofreciendo diversos servicios y colaboraciones (desde puestos de trabajo hasta visitas enogastronómicas).

Las tres habitaciones, cuyo nombre realza la historia de Corte Vecchi, pueden alojar hasta 6 perosnas. Cada una con su propio encanto, garantizan una estancia cómoda y relajante, inmersa en el parque de la Corte. Desde la romántica 'Gruaù a la refinada 'Suite Vecchì y la acogedora 'Torrigianì, cada habitación está amueblada con atención al detalle y ofrece todas las comodidades necesarias, incluido el desayuno.